miércoles, 10 de noviembre de 2010

QUE CONTIENE LA OCDE

La crisis económica y financiera está llegando a su fin, no sin dejar cicatrices profundas en la economía global. México ha sido uno de los países más afectados. Si bien el sistema bancario mexicano resistió bastante bien, la industria manufacturera se vio muy golpeada por la caída en la demanda global. La OCDE seguirá apoyando el esfuerzo de México. Seguiremos trabajando intensamente para evaluar y comparar las experiencias de gobierno y contribuir en la búsqueda de las mejores soluciones a los desafíos presentes y futuros. Esperamos que este compendio de recomendaciones refleje la riqueza y el valor de esta cooperación, pero también su enorme potencial de cara a la construcción de un porvenir más próspero, equilibrado e incluyente para todos los mexicanos. El país ha logrado avances importantes en materia de estabilidad macroeconómica, política monetaria y transparencia fiscal, pero aún no ha sido capaz de generar un crecimiento endógeno fuerte, impulsado por un mercado interno vibrante y una economía competitiva. La razón principal es que el país sigue teniendo grandes desafíos estructurales que requieren de cambios de fondo. El momento actual nos impone avanzar en una agenda de cambio para equipar al país con un nuevo andamiaje de leyes y políticas que promuevan un crecimiento económico más fuerte, más limpio y más justo. Se requiere construir un sistema fiscal robusto que ayude a reducir las disparidades; un presupuesto enfocado en resultados en el mediano y largo plazo; un mercado laboral calificado, equilibrado y en sintonía con las exigencias del futuro; un sistema educativo de vanguardia; un marco de políticas e incentivos para impulsar la competencia, el gobierno corporativo y la innovación; un crecimiento verde promotor de una nueva cultura ecológica; y un sistema de salud integral, de calidad y sostenible. En México dicha organización ha realizado proyectos que se aplicaran tras la peor recesión en décadas, la economía mexicana está mostrando signos de recuperación. La actividad económica experimentó una fuerte aceleración durante la segunda mitad de 2009, ayudada por la recuperación de la demanda extranjera, la renovación de inventarios y el alza en el precio del petróleo. Si bien las remesas de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos siguen cayendo, la balanza en cuenta   corriente ha mejorado de forma notoria y ha contribuido a una revaloración del tipo de cambio. Las exportaciones se mantienen como consecuencia de la recuperación de la producción industrial en los Estados Unidos, lo que contribuye a la reactivación de la actividad manufacturera y de la inversión empresarial en México. Entre otras medidas, se podría considerar la reducción de las cotizaciones sociales, concretamente de los trabajadores con salarios más reducidos, mediante la introducción de un programa más progresivo, o promover una financiación de la seguridad social que se apoye más en los ingresos fiscales generales y no tantos en las cotizaciones salariales. Los obstáculos y costos regulatorios de la formalización podrían reducirse aún más, a la vez que se mejora la calidad de las pensiones y de los servicios de salud para fortalecer los beneficios de la formalización. México debería considerar la unificación de la protección social que reciben los sectores formal e informal de la economía, en lugar de mantener la actual dualidad que distorsiona los incentivos para la formalización. Estos temas se analizarán más detalladamente en el próximo Estudio Económico de la OCDE sobre México. México debe seguir realizando esfuerzos para reducir la complejidad regulatoria en su economía, que compromete el entorno para los negocios, fomenta la falta de transparencia y dificulta la eficacia del sector público.

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