NEOLIBERALISMO EN COMUNIDADES Y ESCUELAS INDIGENAS
La pobreza definida como la insatisfacción de necesidades básicas en el individuo ha sido tema de análisis muy amplios en los planos social, económico y psicológico, cuando hay plenitud de pan, dice Abraham Maslow, otras necesidades emergen y éstas, más que las hambres fisiológicas, dominan el organismo. Las características económicas y sociales actuales en México permiten definir el concepto de pobreza ligado al primer nivel en la interpretación del autor citado, es decir la necesidad básica de comer, a continuación revisamos algunas variables que nos permiten afirmar la urgente necesidad de encontrar soluciones que nos permitan posteriormente pensar en necesidades “más altas”. Para julio del 2003 cuando el FMI y el Banco Mundial cumplían los sesenta años afirmaban que el malestar social derivado de la falta de progreso económico en América Latina esta creciendo. Esta afirmación poco usual era expresada por el propio organismo que ha conducido los programas de reforma en la región durante al menos las pasadas dos décadas. Y afirmaron también que debía “haber cierto monto de gasto social en los presupuestos de los países (de la zona) para aliviar las preocupaciones de la gente”, se debe entender que si tales preocupaciones acerca del “malestar social creciente” eran preocupantes lo eran en el sentido de, como afectaría tal malestar a la organización social establecida. Los números macro no son malos afirmaban también, aunque son incipientes. En la realidad el malestar social crece a pesar de algunas mejoras en condiciones económicas. Algunas de las cifras que acompañó esta información señalan que en los pasados 13 años el desempleo en la región se duplicó, las cifras evidencian tal situación del grupo de países integrados por Argentina, Bolivia, Brasil Chile, Colombia, ecuador, México, Perú, Uruguay y Venezuela. La llamada década pérdida, para los países en referencia delinea con una caída del PIB por persona de 1.4 a 0.1 por ciento y el consiguiente aumento de pobreza de 34.7 a 41 por ciento del inicio al término de la década. La región se insertó paulatinamente en el tren de las reformas desde mediados de los años 80. Estas partieron en Bolivia, Chile, Costa Rica y México, prosiguiendo a principios de los años 90 en Argentina, Brasil, Colombia, Jamaica y Perú. Para el FMI los países de la región tienen que mantener un control fiscal debido a los altos niveles de deuda pública y la “fragilidad” de los mercados financieros. Ello limita la posibilidad de gasto y por tanto la capacidad de los gobiernos de mejorar la situación social en el corto plazo. Sin embargo, mantener el esfuerzo por reducir los niveles de deuda puede tener un beneficio para las condiciones sociales en el largo plazo. Las manifestaciones, los “disturbios civiles” del último año han elevado la preocupación del FMI de que debe haber cierto monto de gasto social en los presupuestos que alivie algunas de las preocupaciones de la gente, especialmente cuando el crecimiento económico no tiene bases tan sólidas. Por su parte el BM afirma que la pobreza en México se mantiene en niveles inaceptablemente altos y ofrece como estrategia de asistencia al País mayor endeudamiento a partir de 2004 y hasta el 2008. Y es que los niveles actuales de pobreza, son similares a los registrados a comienzos de los años 90, hecho que muestra que los últimos 15 años han sido una perdida en combatir esa condición que afecta a más de la mitad de los mexicanos, Mas del cincuenta por ciento de los habitantes del país son pobres, debido en gran medida a la gran desigualdad en los ingresos, la décima parte más rica de la población gana más de 40 por ciento de los ingresos totales, mientras la décima parte más pobre solo obtiene 1.1 por ciento. Además contribuyen a la pobreza la profunda desigualdad regional y étnica y las diferencias en cuanto al acceso a la salud, a la educación y a los servicios públicos de buena calidad. Según el mismo BM, alrededor de 53 por ciento de los 104 millones de habitantes están en esta situación, definida como un nivel de consumo por debajo de las necesidades mínimas de alimentos básicos y algunos otros bienes no alimentarios básicos. Cerca del 24 por ciento de la población es considerada “extremadamente pobre”, es decir, con un ingreso insuficiente incluso para una nutrición adecuada. La pobreza en México se extendió debido a que la transición económica ha resultado más difícil de lo que se había previsto hace una década, cuando la reducción de la deuda externa conforme al plan Brady y la entrada en vigor del TLC hacían parecer promisorio el desarrollo económico.
La herencia negativa de la crisis de 1994-95 se mantiene en México, con niveles de pobreza que apenas están recuperando los que se tenían al comienzo de los años 90. Después de 10, las ventajas iníciales derivadas del TLC comienzan a ser diluidas por la creciente competencia mundial, principalmente de China, que a partir del 2003 desplazo a México como segundo socio comercial de Estados Unidos.
El nivel de desempleo abierto en las principales ciudades del país mostró un crecimiento de 37 por ciento entre marzo de este año y el mismo mes de 2003, mientras todos los indicadores complementarios de empleo y desempleo evidenciaron deterioro, y 50.6 por ciento de la población ocupada labora sin ningún tipo de prestaciones.
Rezago educativo, indicador de pobreza.
En la actualidad hay 1.3 millones de indígenas entre seis y 14 años de edad. De ellos, 16.43 por ciento no asiste a la escuela, aunque hay estados más rezagados, como Chihuahua y Sinaloa, donde 40 y 61 por ciento de los niños indios no estudian la primaria, respectivamente. Para el INEE es grave el hecho de que el 57 por ciento de los estudiantes indígenas estén en el nivel de competencia más bajo, porque eso no sólo les impide aprender español sino también el resto de las asignaturas. Estos alumnos tienen una comprensión muy literal de lo que leen, por lo que suelen tener problemas para abstraer ideas principales. Sólo un 12 por ciento de los alumnos de alguna etnia alcanza un nivel aceptable de lectura en relación con el promedio nacional de 17 por ciento, en los planteles indígenas apenas 0.67 por ciento del alumnado alcanza el nivel de competencia más alto mientras que en el ámbito nacional esta cifra es de 3.18 por ciento. Dichos resultados, según el mismo instituto, se relacionan directamente con el grado de marginalidad de las poblaciones indígenas. El mismo estudio del INEE señala que la región corahuichol-tepehuana de Durango, Nayarit y Jalisco es la mas pobre de México. ¿Por qué el atraso educativo? Los números también dan la respuesta: 85 por ciento de los planteles indígenas están en un contexto sociocultural desfavorable. Los bajos resultados están fuertemente relacionados con aspectos como el nivel educativo materno, ingreso en el hogar, condiciones de hacinamiento y características de la vivienda, así como disponibilidad de libros en el hogar. En promedio dice el INEE, alrededor de 20 por ciento de las escuelas indígenas son incompletas (no ofrecen los seis grados de primaria) y 28 por ciento tienen un solo profesor atendiendo los diferentes grados con que cuenta la escuela. Aunado a esto en un informe de la FAO-UNESCO, se dice que en nuestro país se da una enseñanza en el medio rural pero no una educación dirigida a la población rural creada para y con las comunidades campesinas e indígenas. Juan Carlos Tedesco afirma que el 80 por ciento de los resultados del aprendizaje, corresponden a las condiciones de vida de las familias, es decir que las condiciones del fracaso escolar son en alto porcentaje de las condiciones sociales y económicas de las familias. Ante la desnutrición, la violencia o la desintegración familiar el proceso educativo es mucho más complejo. La nueva pobreza, es más que bajos salarios es una exclusión de la sociedad que no permite que los menores puedan adquirir un proyecto de vida.
La enfermedad, indicador de pobreza.
En el medio rural, uno de cada seis niños padece desnutrición activa en alguno de sus grados, lo que afecta su crecimiento y maduración, colocándolo en desventaja para el aprendizaje escolar, este es un problema que está ligado a la pobreza y sigue el mapa de la miseria que se genera en el país, el llamado desarrollo desigual permite crear tres zonas donde la intermedia y la del sur presenten los mayores problemas. Mientras en Sonora cerca de 87 por ciento de los niños registra un crecimiento normal, en Guerrero –sobre todo en la montaña- 63 por ciento esta desnutrido y 10 por, por una mala calidad en la alimentación ciento padece de desnutrición en tercer grado, que es la más grave. Preciso también que después de Guerrero, el segundo lugar en depauperación, seguida de Chiapas, Puebla y Veracruz. Y si se toma el promedio la desnutrición infantil alcanza 42.8 por ciento en la categoría de primer grado. El especialista indicó que en la nación existen un millón de niños de entre cero y cinco años de edad con crecimiento insatisfactorio en estatura. La desnutrición es el resultado de deficiencias múltiples. La más importante de ellas es la cantidad insuficiente de energía que consume la persona para realizar sus actividades cotidianas, a la que se agrega deficiencia de proteínas, hierro, vitamina A, entre otras. Las reformas estructurales aplicadas en América Latina en los pasados 14 años no han representado un factor de crecimiento y en cambio, profundizaron la tradicional desigualdad en la región. Transcurrido este periodo de cambios en el actual esquema económico del neoliberalismo, el aspecto distributivo estuvo ausente entre los objetivos de las grandes transformaciones financieras, por lo que se observa como resultado el aumento de la pobreza y el deterioro de la llamada clases medias es decir el crecimiento y la equidad fueron adversos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario